La doble moral de Briatore

La polémica que han provocado los ya famosos difusores usados por Brawn GP, Toyota y Williams en el Gran Premio de Australia, ha dejado retratado a más de un protagonista de la Fórmula 1. El que se ha llevado el cartel del ‘más listo de la clase’ ha sido Ross Brawn, quien ha demostrado el gran trabajo realizado en su monoplaza, heredero de Honda. Pero para más de uno se ha pasado de listo. Así lo cree el director deportivo del equipo Renault, Flavio Briatore, quien no se cansó de repetir a lo largo del fin de semana que esas tres escuderías tenían coches ilegales, a pesar de que los comisarios del Gran Premio dieron el visto bueno a la polémica pieza.

Varios equipos han recurrido la decisión de los comisarios y será la Corte de Apelación de la FIA quien decida definitivamente el próximo día 14 si el difusor es o no legal. Todo hace pensar que este órgano no va a contradecir a los comisarios, y por ello, varios equipos ya lo tienen a punto para estrenarlo en el Gran Premio de China, entre ellos, McLaren y Renault.

Pero antes, Briatore y otros jefes de equipo, sienten la obligación de echar por tierra el avance tecnológico a través de los cauces legales, y así reducir la distancia que les separa en estos momentos de los tres equipos. Y por detrás, siguen desarrollando la aplicación en su coche del nuevo difusor, algo que, además de ser muy caro, viene a modificar las líneas generales del diseño original. Es decir, cambiar algo tan importante en la aerodinámica de un coche ya hecho, viene a ser una especie de ‘chapuza’ y no se puede garantizar que funcione.

Briatore: "El difusor es ilegal"

Lo más llamativo de la actitud de Briatore es que asegura que el difusor es ilegal porque incrementa la aerodinámica un 14%, aumentando el efecto suelo, lo que hace disminuir la seguridad del vehículo. Rompe una lanza por la salud de los pilotos para convencer a los expertos de que Brawn y compañía juegan sucio, mientras ya tiene listo su ‘peligroso’ difusor para ponerlo en el R29 en cuanto se admita como legal. Una doble moral que no por chirriar bastante, deja de tener toda la lógica del mundo en un marco tan competitivo como es el del ‘Gran Circo’.

A Briatore le duele también no haber sabido jugar al límite del reglamento como lo han hecho Toyota, Brawn GP y Williams. Pat Symonds, jefe de ingenieros de Renault, estuvo presente en la Comisión de Adelantamiento donde se sentaron las bases del nuevo reglamento aerodinámico. De esta comisión también formó parte Ross Brawn. Es decir, Briatore y Symonds se lamentan ahora por no haber visto ese resquicio en la norma que ellos mismos ayudaron a hacer, resquicio por donde avanzaron los tres equipos denunciados para diseñar sus difusores.  

En cualquier caso, un coche de Fórmula 1 es muchísimo más que un buen difusor, pieza cuya importancia exacta sólo la saben explicar bien los ingenieros. Está claro que Brawn GP ha acertado con su diseño de esta parte del monoplaza, pero también lo ha hecho con el resto de elementos para lograr un coche con una gran armonía entre todos sus elementos, lo que le ha aupado al papel de favorito para el mundial.

En la escalada que tendrá que hacer el equipo de Fernando Alonso para alcanzar a los más rápidos, vendría muy bien que la Corte de Apelación declarara ilegales los polémicos difusores. Briatore sentiría un poco de alivio, pero no por una mejora en la seguridad de la disciplina, sino por no tener que llevar a cabo el proceso de instalación y adecuación del nuevo difusor en el R29. Aunque el italiano ya da por hecho que lo deberá hacer porque Brawn, en estas polémicas técnicas, ya ha demostrado en alguna otra ocasión ser de verdad muy listo y salirse siempre con la suya. Y todo el mundo en la Fórmula 1 lo sabe.